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  sanandresislas
  RESERVA DE BIOSFERA SEA FLOWER
 



PLAYAS DE ISLA BOLIVAR

RESERVA DE BIOSFERA SEA FLOWER
El 9 de noviembre del año 2000, la UNESCO declaró al Archipiélago de San Andrés, La Vieja Providencia y Santa Catalina como nueva Reserva Mundial de Biósfera, denominada "SEAFLOWER"; forma parte de las 391 zonas ecológicas de este tipo que hay en el Planeta Tierra. Es de destacar que este Archipiélago es uno de los grupos de islas más aislado en las Américas. El Archipélago incluye tres pequeñas islas habitadas, lo mismo que varios cayos, bancos coralinos, bajos y atolones, con un área insular total de 57 km2 y un área marina de 300.000 57 km2, que equivale aproximadamente al 10% del Mar Caribe.

La Reserva de Biosfera "SEAFLOWER" debe cumplir con tres funciones básicas:

a) Conservación de los paisajes, los ecosistemas, las especies y la variación genética.
b) Fomentar un desarrollo económico y humano sostenible y sustentable desde los puntos de vista sociocultural y ecológico.
c) Prestar apoyo logístico a proyectos de demostración, educación y capacitación sobre medio ambiente, y de investigación y observación permanente en relación con cuestiones locales, regionales, nacionales y mundiales de conservación y desarrollo sostenible.



Las Reservas de Biosfera (RB) son zonas de ecosistemas terrestres, o costeros marinos, o una combinación de los mismos, reconocidas internacionalmente como tal por la organización de naciones unidas para la educación, la ciencia y la cultura  –UNESCO- e inscritas en su programa del hombre y la biosfera (Program on Man and Biosphere –MAB-) fueron concebidas para responder el cuestionario de cómo conciliar la conservación de la diversidad biológica, la búsqueda del desarrollo económico y social y el mantenimiento de los valores culturales tradicionales en una región determinada.
Las Reservas son propuestas por los gobiernos nacionales, deben  satisfacer algunos criterios y cumplir con lo mínimo de condiciones para que puedan ser admitidas en la red mundial de Reserva de Biosfera.
El 10 de Noviembre de 2000, el archipiélago de San Andrés, providencia y Santa Catalina fue declarado Reserva de Biosfera por el Programa del Hombre y la Biosfera, MAB, de UNESCO, formando parte de las 408  zonas ecológicas de este tipo que hay en el planeta tierra (94 países).
Con el nombre de SEAFLOWER, en memoria del barco que trajo a estas Islas los primeros puritanos ingleses, esta Reserva de 349.800 Km2  de mayor área marina en el mundo y su inclusión en el programa MAB le permite al departamento insular colombiano  promover un modelo de desarrollo sostenible mediante el cual se puedan desarrollar actividades comerciales e industriales que apunten hacia el progreso y, al mismo tiempo a conservar su frágil ecosistema.


El Archipiélago cuenta con ecosistemas costeros y marinos completos y representativos de la región tropical, como: una variedad de formaciones coralinas, praderas de pastos marinos, manglares, áreas oceánicas, playas, bosque seco tropical y bosque en sucesión, cuyas condiciones van desde casi totalmente prístinos hasta degradados, que ilustran los efectos de una amplia variedad de usos.

Los arrecifes oceánicos del Archipiélago son uno de los ecosistemas coralinos más extensos y productivos del hemisferio occidental e incluyen dos arrecifes de barrera localizados alrededor de las islas de San Andrés y Providencia, cinco atolones y otros bancos coralinos menos definidos que se extienden por más de 500 Km. por la plataforma de Nicaragua.

Las formaciones coralinas son particularmente complejas por estar adaptadas al fuerte oleaje y por estar localizadas en medio del océano.  La barrera arrecifal de barlovento de las islas habitadas forma lagunas de profusas praderas de pastos marinos, que también se presentan en los atolones del norte y del sur. La zona costera de las islas principales está rodeada de ecosistemas mangláricos, que complementan los altamente intactos y productivos ecosistemas coralinos.

Las praderas fanerógamas (pastos marinos) se distribuyen a partir de profundidades que van desde unos pocos centímetros hasta 10mts.  La extensión aproximada de las praderas de San Andrés es de 5’062.400 m2  distribuidos en los sectores de Rocky Cay, Bahía Honda, Cotton Cay, Acuario (Rose and Haynes Cay), Punta Hansa,

Playas del Centro y en el sector occidental.  En Providencia se encuentra en los sectores Este y Oeste.  Santa Catalina se encuentra casi totalmente rodeada por densas praderas.
De los bancos y atolones que conforman el Archipiélago, solo en los cayos Courtown o Bolívar y Albuquerque hay praderas de pastos marinos.
Las especies que predominan son:
Pasto de tortugas (Thalassia testudinum)
Pasto de manatí (Syringodium filiforme)
Pasto de bajos (Halodule wrightii), únicamente en Providencia y Santa Catalina.

Los manglares del Archipiélago (133hectáreas en San Andrés y 53hectáreas en Providencia y Santa Catalina) después de haber sido sometidos a talas y utilizados como lugar de disposición final de residuos, hoy se encuentran legalmente protegidos, incluyendo la realización del primer parque regional de manglares en la nación.
En San Andrés, Providencia y Santa Catalina hay cuatro especies de mangle:
Mangle Rojo (Rhizophora mangle)
Mangle Negro (Avicennia germinans)
Mangle Blanco (Laguncularia racemosa)
Mangle Botón (Conocarpus erectus)

Aunque no se han hecho muchos estudios de tipo biológico en el Archipiélago, la región se define como un área secundaria de aves endémicas y un centro de alto o muy alto endemismo marino. En relación con la biodiversidad marina, se han identificado 57 especies de coral y 273 especies de
peces que representan 54 familias, de las cuales dos son endémicas. Por otro lado, los cayos lejanos y las áreas pantanosas de los manglares son primariamente hábitat de aves, de las que se han identificado 18 especies residentes y 76 migratorias, incluyendo dos especies endémicas en peligro, el Vireo de San Andrés (Vireo caribeaus) y el Sinsonte de Manglar (Mimus magnirostris) y varias subespecies endémicas.
Pero el Archipiélago tiene otras especies dignas de mencionarse. Las tortugas marinas Cabezona (Caretta caretta), Verde (Chelonia mydas), Carey (Eretmochelys imbricada), Cuero (Dermochelys coriacea), por ejemplo, encuentran alimento y áreas de nidación allí.

Lo mismo sucede con algunas aves marinas, como las fragatas (Fregata magnificens), las gaviotas (Larus Atricilla), los piqueros y gaviotines (Sterna spp.).  También hay una gran variedad de reptiles endémicos y residentes, como los lagartos (brown lizard, screechy lizard, little screechy, penny lizard, jack lizard e iguana), las serpientes (Silver Snake y Boa), la tortuga terrestre (Hikiti) y de pantano (Swanka) lo mismo que insectos y otros vertebrados. El único anfibio registrado es una especie endémica de Sapo (leptodactylus insulares).  

Además de estos ecosistemas, existen relictos de bosque tropical en transición en Providencia, considerado como muy diverso de acuerdo a los estándares antillanos y se encuentran en buen estado de preservación (Gentry, 1.993). La vegetación de las islas está clasificada como de bosque seco tropical. En la actualidad, han sido identificadas 374 especies de plantas, que se distribuyen en 93 familias, el 70% de las cuales son nativas y 23% son conocidas como introducidas.


Entre las especies comerciales más importantes y en peligro se encuentran el caracol pala (Strombus gigas), algunas especies de langosta (Panulirus argus, P. guttatus), una especie de cangrejo terrestre (Gecarcinus ruricola) y ciertos peces para alimento, como meros (Epinephelus itajara), el hamlet de Providencia (Hypoplectrus providencianus), el pargo rojo (Lutjanu sp.), y el pargo pluma (Lachnolaimus maximus), entre otros. (CORALINA)

Los ecosistemas costeros y marinos de esta isla muestran efectos  particularmente relacionados con el turismo masivo y la sobrepoblación.  Esto se ve reflejado en impactos generados por deportes náuticos, actividades recreativas en la zona costera y marina, reducción en la calidad del agua por disposición inadecuada de residuos sólidos y líquidos y el efecto de grandes infraestructuras urbanas planeadas inadecuadamente.
La mortalidad del arrecife en las aguas costeras de San Andrés se estima en un 50%, según estudio de Invemar realizado en 1999.   Por otro lado, las playas de la isla soportan turismo masivo. Las principales amenazas a los ecosistemas costeros y marinos incluyen eutroficación producidos por vertimientos y desagües de alcantarillado y lixiviados de pozos sépticos.


La barrera arrecifal de Providencia tiene 32Km. de largo y cubre un área de 255 Km2 constituyéndose en uno de los arrecifes más extensos en América.  Los arrecifes de estas islas, así como los de algunos atolones, se consideran entre los mejor conservados del Caribe.
La sedimentación producida por el pastoreo de ganado en las laderas de las montañas y las quemas con fines agrícolas son dos amenazas concretas para Providencia y Santa Catalina, donde no se ha producido la urbanización que caracteriza a San Andrés. Igualmente, la extracción de arena coralina, aunque en la actualidad es una actividad ilegal, sigue presentándose particularmente en Providencia y Santa Catalina.


El medio ambiente en los atolones del norte y del sur se encuentra en estado altamente conservado en algunas áreas y sufre de sobreexplotación y la falta de manejo de las pesquerías en otras. Las playas muestran una mínima intervención antrópica.  Los cayos del sur, especialmente Courtown o Bolívar, son muy visitados por turistas, buzos y pescadores.  Desafortunadamente, estos visitantes han descuidado mucho la limpieza y dejan gran cantidad de basuras allí.
 
   
 
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